Cuando tenemos una tienda, una academia o una empresa de servicios online, o cualquier otro tipo de página web que permita transacciones económicas, es común que surjan dudas sobre cuáles son las mejores pasarelas de pago para una web, y cuáles elegir, en función de su rendimiento y sobre todo, de sus costes.
Hoy intentaremos hacer un recorrido sobre las pasarelas más comunes, con sus ventajas y sus costes:
Múltiples opciones de pago vs una forma de pago
Cuántas opciones de pago dar dentro de nuestro ecommerce no tiene una respuesta sencilla, porque depende de múltiples factores y del proyecto en cuestión. Pero la respuesta genérica sería: óbviamente con contención, cuantos más métodos de pago mejor, ya que cada usuario puede preferir una vía u otra para realizar sus pagos (esta opción es muy válida si lo que tenemos entre manos es una tienda online donde el cliente compra productos una vez).
Pero si lo que queremos es sencillez, o si por ejemplo nuestro ecommerce permite una suscripción mensual o anual, pues mejor elegir la mejor vía. A continuación te enumeramos diferentes pasarelas en función de cuál sería la prioridad de pasarelas de pago para la mayoría de portales de ecommerce.
Stripe
Nació en 2010, cuando parecía que el mercado de pasarelas de pago ya estaba totalmente copado y muy maduro, ¡pero no! ¿Sabéis por qué triunfó y hoy en día es de las más usadas? Fue el primero en hacer que el cliente pudiese pagar sin abandonar la web del comercio, algo que hasta la fecha solo estaba reservado para las grandes tiendas online.
Los otros métodos de pago, todavía hoy en día, redirigen al cliente hacia su propia web (la de la pasarela de pago), y muchas veces esto puede provocar el rebote del usaurio.
Stripe resolvió eso, garantizando la total seguridad de las trasacciones, y a buen precio vs el precio de sus principales competidores. Hoy en día sigue siendo la opción más elegida precisamente por ese motivo: el cliente es nuestro y no debe abandonar nuestro comercio en ningún momento, pudiendo atenderle de principio a fin de la transacción.
El cliente al elegir como método de pago la tarjeta de débito o crédito, simpemente verá un cuadro de diálogo para añadir su número de tarjeta, fecha de caducidad y código CVV. Tras clicar en «Pagar», Stripe hará el cargo en su tarjeta, y el administrador de la tienda ya tendrá disponible el dinero en su cuenta de Stripe.
Coste para el comercio: 0,25€ + 1,4% del valor del carrito
PayPal, el segundo de a bordo y el práctico
Es probablemente la pasarela de pago más extendida en Internet, y la favorita por millones de usuarios. Su base se forjó en el año 1998, aunque fue a principios del 2000 cuando saltó al estrellazo tras la compra por parte de una de las empresas de Elon Musk (inciso: no tiene pérdida la historia de este hombre… ¡sobrehumano!).
PayPal no puede faltar en el listado de mejores pasarelas de pago porque es probablemente uno de los métodos favoritos de pago por parte de los usuarios por la confianza que les brinda: tiene un centro de resolución de conflictos entre compradores y vendedores, el cual puede defender a una de las partes en caso de que el cliente no esté conforme con el producto recibido. El coste de este servicio repercute en el comercio, ya que PayPal no tiene una «tarifa barata» en comparación con sus competidores.
Los pagos a través de PayPal son prácticos, y puede llegar a integrarse en el ecommerce para que el cliente no tenga que abandonar la web en ningún caso (requiere vincular nuestra web con su API), aunque en la mayoría de casos se opta por el pago en paypal.com, y luego el cliente vuelve a nuestro portal para recibir su confirmación de compra.
También es la opción más usada por los usuarios por su facilidad de uso: el usuario no tiene que introducir los datos de su tarjeta en cada compra, sino que basta con que inicie sesión en su cuenta de PayPal, ya que sus datos de pago están guardados allí.
Coste para el comercio: 0,35€ + 2,9% del valor del carrito.
Redsys, el TPV de los bancos
Es una pasarela de pago que no puede contratarse de forma independiente y rápida, a diferencia de lo que ocurría con Stripe y PayPal. Para contratar Redsys, debe ser la entidad bancaria quien trabaje con ellos, por lo que deberemos ir hasta nuestra oficina y solicitar un TPV virtual. En la mayoría de ocasiones las entindades bancarias trabajan con Redsys, salvo algunas que tienen pasarela de pagos propia. Digamos que cuando usamos Redsys, el TPV en este caso sería de la entidad bancaria, aunque utilizando la tecnología de un tercero (Redsys), por lo que los precios los establece el propio banco.
Suele tener tarifas más baratas que Stripe o PayPal, aunque también es cierto que es la opción más engorrosa para el cliente final. Salvo que seas una macrotienda online, el cliente tendrá que pagar fuera de tu portal de ecommerce, dentro de la web de Redsys, y además de introducir los datos de su tarjeta, deberá introducir un código de confirmación que recibirá a través de SMS para ejecutar cada transacción.
Ya sea por precio, por desconocimiento de los gestores de los portales de ecommerce más pequeños, o por la confianza que da ir a tu «oficina bancaria de siempre», sigue siendo una opción muy utilizada.
Es importante recalcar que es la opción más lenta de implementar, ya que primero debes solicitárselo a tu entidad bancaria (¡y no es rápido!), y luego debes someterte a las instrucciones y proceso de validación de Redsys. En este aspecto no puede competir con PayPal o Stripe, donde el alta y configuración se hace de forma autónoma y en cuestión de minutos.
Coste para el comercio: depende de tu entidad bancaria.
Transferencia bancaria, el poco práctico, ¡pero el más rentable!
Es la opción más antigua del comercio online, pero sigue siendo muy utilizada por dos razones: suprime la totalidad de costes transaccionales para el administrador del portal de ecommerce, y todavía sigue siendo el método de pago preferido por algunos sectores de la población que son reacios a introducir los datos de su tarjeta de débido o crédito en Internet. Su contra para el administrador del ecommerce es que no se trata de trasacciones inmediatas, sino que puede tardar entre 2 y 3 días en llegarte la transferencia si tu entidad bancaria no es la misma que la del cliente.
Coste para el comercio: ninguno. El coste es asumido por el cliente y depende del contrato que tenga con su entidad bancaria.